continuación...
Le preguntó el árbol.
Me siento triste, estoy volviéndome viejo. Quiero un bote para navegar y descansar, ¿puedes dármelo?
El árbol contestó, usa mi tronco para construir uno, así podrás navegar y serás feliz.
El hombre cortó el tronco, construyó su bote y se fue a navegar por un largo tiempo. Regresó después de muchos años y el árbol le dijo: lo siento mucho, pero ya no tengo nada que darte, ni siquiera manzanas.
El hombre replicó:
No tengo dientes para morder ni fuerzas para escalar, ya estoy viejo.
Entonces el árbol, llorando le dijo:
Realmente no puedo darte nada. Lo único que me queda son mis raíces muertas.
Y el hombre contestó:
No necesito mucho ahora, solo un lugar para reposar. Estoy cansado después de tantos años…
Bueno dijo el árbol, las viejas raíces de un árbol son el mejor lugar par recostarse y descansar. Ven, siéntate conmigo y descansa. El hombre se sentó junto al árbol y este, alegre y risueño, dejó caer algunas lágrimas.
Lección
“La culpa es de la vaca”
1 comentario:
jojo.. se murio qe feo,, linda historiaa
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